En un mundo cada vez más competitivo, en el cual la tecnología ha venido experimen-tando un acelerado avance, la innovación se ha convertido en factor clave para el crecimiento económico; un reflejo de esto es el Índice de Competitividad Global publicado por el Foro Económico Mundial, en el cual se cataloga a los países según lo que denomina como los doce pilares de la competitividad, el doceavo de los cuales es la ‘Innovación’.
En este documento se destaca el significativo cambio registrado en la innovación en los últimos diez años, ya que de un hecho restringido a los laboratorios corporativos o al medio universitario, la innovación ha pasado a ser un fenómeno promovido en muchos ambientes diferentes, convirtiéndose en lo que el informe califica como “inteligencia distribuida de una multitud global”.
Señala el informe que de los factores que pueden constituirse en escollos para la potencial competitividad de las economías, dos se refieren directamente a la innovación; el primero de ellos lo representan las vulnerabilidades financieras que amenazan la capacidad de los países para sustentar económicamente las iniciativas innovadoras y la adquisición de tecnologías; el segundo está relacionado con la necesidad de incrementar los esfuerzos para ampliar los beneficios que la innovación puede aportar a la sociedad.
En el índice se establece una clasificación de los países más innovadores del mundo; con seis países en los primeros lugares de la clasificación (Suiza, Finlandia, Alemania, Países Bajos, Suecia y Dinamarca), Europa ocupa la vanguardia en el índice de innovación. Por sexto año consecutivo el primer lugar lo ocupa Suiza, por la excelencia de sus instituciones de investigación científica y su gran capacidad de innovación, además de la gran disposición de las empresas de este país para colaborar estrechamente con el sector universitario y para realizar inversiones en desarrollo e investigación.
En el segundo lugar se encuentra Estados Unidos, coincidiendo con su segundo lugar en el índice general de competitividad. Este país cuenta con condiciones sumamente favorables para el desarrollo de la innovación y, al igual que el anterior, registró una puntuación elevada en casi todos los subíndices del rubro, a excepción del correspondiente al número de solicitudes de patentes, en el cual quedó relegado al décimo lugar.
Fundado en 1948, con sesenta y nueve años de existencia el Estado de Israel fue clasificado como la tercera economía más innovadora del mundo, con características parecidas a las de Suiza; posee una gran capacidad para la innovación, cuenta con instituciones dedicadas a la investigación científica de altísimo nivel así como la colaboración del sector privado, y realiza grandes inversiones en el área de Investigación y Desarrollo (I+D).
Siguen en la lista: en cuarto lugar Finlandia, con la mejor puntuación en cuanto a número de ingenieros y científicos; en quinto lugar Alemania, con la posición líder en inversiones empresariales en I+D; en sexto lugar los Países Bajos, por la elevada calidad de sus instituciones de investigación científica; en séptimo lugar Suecia, con el mayor número de solicitudes de patentes; en octavo lugar Japón, con la mayor puntuación en cuanto a aplicaciones de patentes; en noveno lugar Singapur, con grandes inversiones gubernamentales en productos de última tecnología, y en décimo lugar Dinamarca, que al igual que Suecia tiene como fortaleza una gran cantidad de solicitudes de patentes.
En comparación con años anteriores, Japón y Corea cedieron posiciones en el índice de innovación, y aunque Japón aún se mantiene dentro de los diez primeros, Corea perdió aún más terreno, desapareciendo de este selecto grupo; paralelamente otros países, aquellos que poseen los mayores mercados emergentes, han venido ganando puntos paulatinamente, destacándose especialmente China, India e Indonesia.
GFCh